Pone en venta su riñón para hacerle fiesta de XV años a su hija

Por La silla rota | Lunes, Noviembre 13, 2017

Para cumplir el sueño de su hija, Maximiliano Javier Almandoz, un deportista de taekwondo argentino, puso a la venta su riñón.

"Vendo mi riñon para hacerle la fiesta de 15 años a mi hija" publicó el hombre de 40 años en una nota periodística del medio RT, donde decenas de personas ofrecen sus órganos en América Latina.


Maximiliano trabaja 17 horas al día y dice que por sus actividades gana cerca de 14 mil pesos mensuales. Su trabajo es el único ingreso que tiene su familia y sólo alcanza para que él, su pareja y sus dos hijos sobrevivan. "Trabajo 17 horas por día, de lunes a lunes, no tengo alternativa", declaró.

Ha ganado dos medallas de oro en el extranjero y una de plata representando a su país en el taekwondo, sin embargo este deporte no es suficiente para que pueda mantener a toda su familia. "no se puede vivir del taekwondo", admitió en la entrevista.

A pesar de ser un atleta premiado internacionalmente, Maximiliano tiene una sola debilidad: su hija. Por esta razón decidió poner a la venta su riñón, ya que asegura que si ella es feliz, él también lo es.

“Si ella es feliz, yo soy feliz. Tiene 14 años y el sueño de toda chica es la fiesta de los 15. Pensé en vender el coche, trabajé lo más que pude, jugué a la lotería, pero ves que igual no llegás para una buena fiesta. Hablamos de mucha plata, 300.000 pesos (unos 17.000 dólares). Sus compañeritas hacen sus festejos, sería muy frustrante para mí no hacerlo"

Está enfocado en ser el mejor padre para su hija, por lo que no soporta la idea de que sus compañeras tengan un festejo y su pequeña no.

"Vendo mi riñón, tengo plata, le hago la re fiesta a mi hija, ella es feliz y no se va a olvidar nunca de ese día", calcula su plan.

Se alegra al pensar que puede vivir con un solo riñon, aunque eso pueda tener repercusión en su carrera deportiva, pues tendría que abandonar el ring.  "Si se me complica con el taekwondo, tengo pensado enseñar y no competir más", asegura Maximiliano.

Desde que su hija tenía 11 años, Maximiliano asegura que su sueño es tener una fiesta o ir al parque de diversiones Disneyland.

“¿De dónde saco plata para ir a Disney? Le tocó un papá que es laburador y lo único que puedo hacer es esto, porque yo no voy a ir a robar, prefiero vender un órgano", asegura.