Dubai, el paraíso con las leyes más ridículas

Por La silla rota | Miércoles, Noviembre 15, 2017

El diario The New York Times recopila una serie de casos en los que algunos jóvenes son sentenciados por: tocar la cintura de alguien, publicar un tweet, etcétera

Jaim Ahmed Mukadam, un joven británico de 23 años enfrenta un juicio por mostrarle el dedo de en medio a un conductor en Dubái por conducir muy cerca de su automóvil.

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Como él, otros turistas y residentes extranjeros enfrentan juicios y meses de cárcel por comportamientos que en sus países jamás serían sancionados.

El diario The New York Times recopila una serie de casos en los que algunos jóvenes son sentenciados por: tocar la cintura de alguien, publicar un tweet, y ayudar a los pobres sin estar en una organización sin fines de lucro.

Mukadam es un consultor informático que estaba de visita en Dubái, uno de los Emiratos Árabes Unidos, cuando un conductor de la región pasó a alta velocidad y muy cerca de él. Esto provocó que el joven británico le ´pintara´ el dedo.

Por esta razón, las autoridades de este lugar paradisiaco, que se rigen aún bajo el islam lo rastrearon por medio de su vehículo rentado y lo detuvieron en el aeropuerto. Ahora Jaim Ahmed Mukadam se encuentra en espera de su juicio, aunque libre bajo fianza, pero sin su pasaporte.

Otro caso similar es el de Jaimie Harron, un electricista escocés de 27 años. Recibió una sentencia de tres meses de prisión por presuntamente haber tocado la cintura de un hombre en un bar de Dubái.

Pero, la situación de David Haigh, un empresario y abogado británico es más crítica. Él estaba enfrentando una disputa comercial con un banco de Dubái por lo que, con el engaño de resolver la situación en persona viajó a esta ciudad.

Ahí lo arrestaron bajo el cargo de abuso de confianza. Lo retuvieron en prisión por varios meses sin permitirle ver a un abogado. Además, le agregaron otro cargo: publicar un mensaje ofensivo en Twitter.

Sin embargo, la supuesta publicación se hizo cuando él se encontraba detenido, sin acceso a internet y sin un teléfono celular.

Finalmente, las autoridades decidieron eliminar el cargo por el tweet, pero el empresario estuvo encarcelado 22 meses, en los cuales fue víctima de tortura en distintas ocasiones para que firmara una confesión.

De acuerdo con la abogada británica Radha Stirling, quien ha representado a cientos de connacionales detenidos en Dubai, con su organización "Detained in Dubai", afirmó que estas personas son detenidas y sancionadas por hacer cosas que en sus países están permitidas.

"Viajas allá y su fachada es que todo eso es legal; todos lo hacen y crees que está bien. Pero, si ofendes a alguien, te arrestan", señaló.

La abogada también resaltó las contradicciones mismas que tienen Dubai y sus reglamentos, ya que como leyes basadas en el islam la homosexualidad tiene pena de muerte y la prostitución se castiga con azotes.

Sin embargo, la vida nocturna de este emirato árabe incluye decenas de bares gays y prostíbulos a simple vista.

"En la mayoría de los casos, las autoridades del emirato se hacen de la vista gorda cuando se trata de extranjeros que se comportan así... hasta que dejan de hacerlo. Dubáitiene una vida nocturna animada con muchos bares gays y clubes donde prostitutas de Europa del Este ofrecen abiertamente sus servicios. Sin embargo, la cohabitación es un crimen, la homosexualidad está sujeta a pena de muerte (aunque rara vez se impone) y la prostitución puede castigarse con azotes y medidas más duras", dijo.

Incluso las víctimas de crímenes violentos pueden ser acusadas de ofensas a la moral: las personas homosexuales que reportan ataques han sido encarceladas junto con sus atacantes y las mujeres que denuncian haber sido violadas pueden ser detenidas por adulterio si no cuentan con cuatro hombres que hayan sido testigos y respalden su acusación.

Algunos otros casos de personas que ha defendido son sentenciados por cosas tan simples como tomarse de la mano en público; publicar elogios en Facebook para una beneficencia que se opone a la caza de zorros; beber alcohol sin licencia, y compartir una habitación de hotel con una persona del sexo opuesto (si no están casados).

En años recientes, los Emiratos Árabes Unidos también han ejercido mano dura contra las redes sociales logrando que sea un delito criticar al país, a sus ciudadanos o a sus empresas a través de Facebook o Twitter.

Algunos abogados de Dubái se han manifestado a favor de reformas a las leyes, ya que, como una ciudad moderna, con una de las economías más fuertes y grande flujo de turistas occidentales, es necesario un cambio.