La exigencia del TLCAN que nos condena a ser siempre gordos

Desde mediados de marzo, en el marco de la renegociación del Tratado de Libre Comercio de América Latina (TLCAN), The New York Times filtró que Estados Unidos incluyó un anexo donde pidió quitar etiquetas nutricionales en alimentos y bebidas.

En un desplegado, este martes organizaciones no gubernamentales y especialistas fueron tajantes a que “ningún tratado comercial debe estar por encima de la salud de la población”.

Alejandro Calvillo, director de la Asociación Civil “El Poder del Consumidor” y una de las 30 organizaciones que firmaron el texto, dijo que permitirlo sería “amarrarnos las manos y terminar con la única política efectiva de los consumidores para tener información y hacer elecciones saludables”.

La cláusula de EU refiere que no debería haber ningún símbolo, forma o color que “denote de manera inapropiada que existe un daño por el consumo de comidas o bebidas no alcohólicas”.

La única esperanza -de ceder México, ya que Canadá respondió con un no rotundo- es que interviniera la Organización Mundial de Comercio (OMC) con una controversia, como ya ocurrió en Uruguay o Australia con los pictogramas de las cajetillas de cigarros, medida a la que se opusieron las tabacaleras.

Pero el director de la asociación dejó en claro que si ya la publicidad es persuasiva y tiende a ser engañosa, “o por lo menos a no decirte los riesgos probables en el consumo de un producto”, la única información que se puede obtener es a través de las etiquetas, aunque actualmente no dan información comprensible.

También, recordó, hay documentos de recomendaciones de la OMC sobre que el etiquetado actual no está dentro de sus criterios y tampoco sirve para combatir el sobrepeso y la obesidad.

La última evaluación en la Encuesta Nacional de Desarrollo y Nutrición reveló que la gente no entiende ni usa el etiquetado, es más, ni los estudiantes del primer año de la carrera de Nutrición lo comprenden.

 “Se trata de un etiquetado que diseñó la industria, que la Cofepris estableció de manera inexplicable como estrategia contra la obesidad y que incurrió en conflicto de interés por no consultar a los institutos nacionales de salud”, señaló Alejandro Calvillo.

Para él, obviamente fue influenciado por la industria, igual que este anexo del TLCANpor las empresas estadounidenses.

De aprobarse, ¿qué podrían hacer los consumidores? Calvillo Unna ve pocas opciones ante el desconocimiento, donde es latente el riesgo que además implica ingerir ciertos colorantes, más allá de suponer que hay alimentos altos en grasas, sodio o azúcar.

“Hay una oposición en los tres países (México, Cánada y EU) a esto. Es muy grave que en un acuerdo comercial estén estableciendo obstáculos a la política de salud, es un pésimo precedente a nivel internacional que un tratado traiga este tipo de especificaciones”, puntualizó.

El Poder del Consumidor es claro y ve que ceder a quitar el etiquetado significa para nuestro país impedimentos en desarrollar una política fundamental que haga frente a la epidemia de obesidad y diabetes.

ESTO RESPONDIERON AUTORIDADES AL DESPLEGADO

El mismo día del desplegado, la Secretaría de Economía (SE) respondió que esta percepción era falsa y que los requisitos alimentarios del gobierno de Donald Trump no impactarían en los etiquetados, con el anexo sectorial en materia de Comida Pre-empacada y Bebidas No Alcohólicas.

"Este anexo permitirá a las partes adoptar o mantener regulaciones en materia de etiquetado que sean precisas, veraces y no engañen consumidor", afirmó la dependencia en un comunicado.

Además, la SE afirmó que tomó en cuenta las opiniones y recomendaciones de los diversos actores relevantes en torno a este anexo.

"Como en cualquier proceso de negociación, el texto se consultó con las áreas competentes de la Administración Pública Federal, tales como la Secretaría de Salud (Ssa), la Comisión Federal para la Protección Contra Riesgos Sanitarios (Cofepris) y la Dirección General de Normas (DGN)", detalló.

La secretaría puntualizó que el gobierno federal tiene siempre la postura de “proteger la salud de la población” y, que la petición de Estados Unidos, no limita a México en materia de “adoptar las políticas públicas que estime pertinente en materia de salud”.

Con información de La Silla Rota