En la CDMX, homicidios al alza en el sexenio

Por La silla rota | Miércoles, Diciembre 5, 2018

La CDMX que dejó Miguel Ángel Mancera a la jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum, está marcada por la escalada en los asesinatos, el narcomenudeo y las lesiones por disparo de arma de fuego.

Cifras del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública revelan que en el sexenio del ahora senador, la CDMX registró 5 mil 411 homicidios dolosos, un promedio de 901 al año, 75 al mes, 17.5 semanal o 2.5 diarios.

En 2012, año en que Mancera tomó las riendas del gobierno, la capital registró 779 homicidios intencionales. Pero para 2018, cuando culminó su mandato, este número llegó a mil 22, lo que implica un aumento del 31.9 por ciento. Únicamente en su sexenio (2013-2018, sin contar 2012, que no se le atribuye a su administración) este delito creció 36.44 por ciento.

Este conteo llegó hasta octubre nada más, por lo cual el incremento será mayor al culminar el año.

Por cada 100 mil habitantes, la capital observa una tasa de 12.31 homicidios, por 20.31 a nivel nacional. Sin embargo, desde 2011 esta tasa ha ido en aumento, según documentó México Evalúa.

NARCOMENUDEO, UN PROBLEMA AL ALZA

El fenómeno del narcomenudeo creció de manera exponencial en la CDMX durante la administración de Miguel Ángel Mancera.

Aunque las indagatorias iniciadas se contabilizaron como tal hasta 2015, cuando este ilícito pasó a ser competencia local, el crecimiento en el sexenio pasado fue de 206 por ciento, pues en 2012 hubo mil 522 denuncias, por 4 mil 660 hasta octubre de este año.

El Observatorio Nacional Ciudadano indica, en su Reporte de Incidencia Delictiva 2018, que la CDMX se encuentra en el lugar 10 de 32 entidades con más denuncias por venta de droga al menudeo.

Este problema se hizo visible para los capitalinos, pues ocurrieron hechos sin precedentes, como el secuestro y homicidio de 13 jóvenes sacados del bar Heaven, el 26 de mayo de 2013.

Una disputa entre narcos locales derivó en este rapto, perpetrado en plena Zona Rosa, a unos pasos de Paseo de la Reforma y a la altura de la Embajada de Estados Unidos.

Nunca en la historia de la ciudad se había consumado un secuestro múltiple, mucho menos en una zona tan turística.

Dos años más tarde, el 20 de octubre de 2015, fue dejado el primer muerto colgado de un puente vehicular del que la CDMX tenga registro.

Había pasado en otras entidades del país, inclusive en el Estado de México, pero no en la capital.

Por pleitos entre narcomenudistas que querían el control del Reclusorio Oriente se dio este hecho criminal, según consta en la averiguación FIZP/IZP-10/T3/1242/15-10.

El 19 de julio de 2017 la Marina, y no autoridades capitalinas, abatieron a Felipe de Jesús Pérez Luna "El Ojos", líder del Cártel de Tláhuac, el primer grupo delictivo doméstico que se autodenominó cártel.

Ese acto desencadenó los primeros narcobloqueos de CDMX.

Otros lugares simbólicos para el turismo se bañaron de sangre, como Plaza Garibaldi, donde el 14 de septiembre pasado fueron acribilladas siete personas por pugnas entre la Unión de la B y Fuerza AntiUnión.

El año con más asesinatos fue 2017, con mil 85. Acorde con las estadísticas de la Procuraduría local (PGJ-CDMX), 70 por ciento de esos crímenes fueron perpetrados con arma de fuego.

ARMAS DE FUEGO, AÚN CON PENALIDAD LAXA

En otro rubro, las lesiones por disparo de arma de fuego también crecieron con respecto a 2012 y a lo largo de la administración de Mancera mantuvieron un rango que nunca descendió.

Mientras en 2012 hubo mil 281 indagatorias abiertas por este ilícito, hasta octubre de 2018 ya se había rebasado con mil 512.

La cifra más baja de su sexenio fue mil 231 en 2014 y la más alta en 2017, con mil 821. Todo esto en el marco del Programa de Desarme Voluntario que impulsó el Gobierno capitalino en la pasada administración, el cual consiste en que los ciudadanos intercambiaran armas por dinero.

Aunque Mancera insistió en que la portación de arma de fuego se volviera delito grave y sin derecho a fianza, solo consiguió una iniciativa para endurecer las penas y reformar el Artículo 81 de la Ley Federal de Armas de Fuego y Explosivos.

EXTORSIÓN Y SECUESTRO, A LA BAJA

El secuestro presenta una tendencia a la baja en los últimos seis años.

Con base en estadísticas del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública, este delito pasó de 65 denuncias en 2012 a 29 hasta octubre de 2018.

No obstante, la organización civil Alto al Secuestro recalcó, en su reporte anual, que estas cifras representan únicamente las denuncias que se hacen ante la Procuraduría capitalina y no las que se presentan ante instancias federales, que también lo combaten.

El año con más secuestros fue justamente 2012, con 65; 2013 registró 60, 2014 62; 2015 55, 2016, 46 y el año pasado hubo 40.

La extorsión de igual manera observa una tendencia a la baja, pues en 2012 se contabilizaron mil 181 averiguaciones iniciadas por 436 hasta octubre del presente año.

Con información de La Silla Rota