La llamada Trump-Ebrard que destrabó el conflicto con EU

Por La silla rota | Martes, Junio 11, 2019

Una llamada fue la que marcó la diferencia entre lograr un acuerdo con el gobierno estadounidense y las catastróficas consecuencias de una guerra arancelaria.

Los periodistas Carlos Loret de Mola y Raymundo Riva Palacio narran en sus respectivas columnas publicadas este lunes los detalles sobre lo vivido por la delegación mexicana desde su llegada, los momentos de tensión al enterarse del "ultimátum" de parte del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y la forma en la que se destrabaron las negociaciones con la llamada entre Ebrard y el mandatario.

Para la delegación mexicana el tiempo se agotaba, llevaban una semana tratando de cabildear que no se cumplan las amenazas de Trump y tenían la presión de tener sobre la mesa la declaratoria de emergencia nacional que firmaría el presidente de EU para lograr imponer las tarifas y un estudio del Consejo Coordinador Empresarial que afirmaba que era peor el arancel que no tener un acuerdo comercial, de acuerdo con Loret de Mola.

Sus esperanzas se esfumaban cuando a las siete de la noche, hora local, del viernes, Donald Trump llamó por teléfono al canciller Marcelo Ebrard; "quería pulsarlo, escucharlo de viva voz, hacerlo que se comprometiera" y cuando terminó la llamadahabía acuerdo.

En esa llamada, afirma Riva Palacio, en su columna de El Financiero, Ebrard le dio detalles a Trump de lo que había acordado con el vicepresidente, Mike Pence; el secretario de Estado, Mike Pompeo y el secretario de Seguridad Interior, Kevin McAleenan:

-              El reforzamiento de la frontera sur con 6 mil integrantes de la Guardia Nacional,

-              El control migratorio en Chiapas,

-              El censo completo de inmigrantes que llegaban a la estación en Tapachula y la ampliación del programa Remain in México (Permanecer en México), dentro de los parámetros de la Sección 235 del Acta de Inmigración y Nacionalidad y de los Protocolos de Protección de Migrantes.

"Ya nos lo han dicho antes, respondió Trump, quejándose de incumplimientos previos del gobierno de México, ´no van a cumplir´.

"Ebrard respondió, apelando al beneficio de la duda: ´Yo apenas llevo cinco meses´.

Si tú ganas tiempo, yo pierdo electores, replicó Trump.", se puede leer en la columna de Raymundo Riva Palacio.

La negociación real, dice la columna de Lored de Mola, publicada en El Universal, inició el miércoles 5 de junio y lo primero que EU puso sobre la mesa fue la gráfica donde explica que en mayo se disparó a 144 mil el número de migrantes que llegaba a EU sin documentos.

Ebrard contestó mostrando las fotografías que mostraban a elementos de la Guardia Nacional conteniendo en la frontera con Guatemala el paso de una caravana migrante. Sin embargo, no bastó para convencer a Estados Unidos, ellos querían que México fuera "tercer país seguro" y daban por hecho que los aranceles comenzarían el 10 de junio.

Al siguiente día, jueves, no hubo reuniones de alto nivel, sino intercambios con abogados del gobierno estadounidense. Ahí jugo un papel importante la embajadora Martha Bárcena, quien explicó que lo del "tercer país seguro" tardaría en aplicarse al requerir de aprobación del Congreso mexicano, sin embargo, "todos actuaban hacia la misma dirección: el lunes entran en vigor los aranceles".

Y llegó el viernes, "el amanecer pesimista, las diez horas en el edificio de Mike Pompeo y la llamada Ebrard-Trump que terminó sellando el pacto".

Con información de La Silla Rota