Dos estrategas en un "búnker": el escudo de Trump frente al juicio político

Por La silla rota | Lunes, Diciembre 9, 2019

En una especie de búnker bajo el Despacho Oval, dos estrategas construyen un escudo mediático frente al probable juicio político al presidente Donald Trump, convencidos de que ganarán el pulso más importante para la Casa Blanca: la batalla por la opinión pública.

Pam Bondi repite sin parar la palabra "injusto". Con ella describe un proceso -la investigación demócrata contra Trump- que Tony Sayegh y ella intentan erosionar desde que se instalaron en noviembre en el Ala Oeste, armados con frases redondas para disparar en televisión y regalar a sus aliados republicanos en el Congreso.

"Estamos ganando la batalla", garantiza Bondi en un encuentro con un reducido grupo de medios, entre ellos Efe, en la Casa Blanca.

LA SALA DE CRISIS

Durante casi dos meses, Trump se resistió a crear una sala de crisis para coordinar la respuesta de la Casa Blanca a la investigación de los demócratas, por miedo a que hacerlo le hiciera parecer culpable.

Pero el comienzo de las audiencias públicas en la Cámara Baja y la presión de algunos republicanos en el Senado le persuadieron de que, si no abandonaba sus tuits improvisados, tenía que unificar el discurso de la Casa Blanca y los conservadores en el Capitolio.

La repetición de las mismas ideas y los ataques a la presunta falta de garantías para Trump se convirtieron en los pilares del trabajo de Bondi y Sayegh, dos figuras cercanas a la familia del presidente que han encajado como un guante en la Casa Blanca.

"Tenemos la verdad de nuestro lado, y estamos centrados en asegurarnos de que el pueblo estadounidense no se deja engañar por esta farsa", asegura Sayegh a Efe.

UN AIRE TRIUNFAL

El 48 % de los estadounidenses respalda un juicio político contra Trump, un porcentaje que casi no ha variado en los últimos dos meses, según una media de encuestas de la web FiveThirtyEight.

Si no crece ese respaldo popular al "impeachment", será improbable que los demócratas arañen la veintena de votos republicanos que necesitarían para destituir a Trump en un juicio político en el Senado, donde haría falta una mayoría de dos tercios.

Eso explica el aire triunfal de los estrategas, y el pronóstico de Sayegh de que los demócratas no solo perderán el pulso contra Trump, sino que esa apuesta "les costará cara en las urnas" en 2020.

"Están poniendo en riesgo su capacidad de mantener el control de la Cámara Baja", sentencia Sayegh, convencido de que los únicos que se alarman por las presiones de Trump a Ucrania son los demócratas, "sus aliados en los medios de comunicación y las élites en las costas".

"Hay un país entero entre Nueva York y Los Ángeles, y esa parte del país no cree que el juicio político sea importante. Les importan más sus trabajos, sus nóminas, su seguridad", argumenta Sayegh.

Por eso, Bondi se esfuerza en repetir lo que los demócratas supuestamente "no están haciendo" mientras avanza la investigación contra Trump: "El T-MEC está acumulando polvo en la mesa de (la presidenta de la Cámara Baja) Nancy Pelosi", afirma sobre el tratado comercial renegociado con México y Canadá.

MÁS ALLÁ DE FOX NEWS

Cuando era fiscal general de Florida en 2016, Bondi se convirtió en una de las primeras políticas del estado en respaldar a Trump, y ahora es el rostro de la operación mediática. Su bagaje legal se combina con su imagen perfecta según el cánon televisivo del presidente: alta, elegante, con una larga melena rubia.

Sayegh, por su parte, trabajó durante dos años en el Departamento del Tesoro de Trump y forjó una relación cercana con la hija del presidente, Ivanka, y su marido, Jared Kushner.

Aunque recibieron a Efe en una luminosa oficina, su sala de operaciones está en una habitación parecida a un búnker bajo el despacho de Trump, según el diario The Washington Post.

Ambos tienen relación con los asesores informales de Trump en la cadena Fox News, pero quieren ir más allá de la audiencia de ese canal. Por eso interactúan con medios regionales en estados clave y están en contacto constante con "los encargados de asuntos políticos y legislativos" en la Casa Blanca, explica Sayegh.

"También trabajamos de cerca con nuestros aliados en el Capitolio, nos reunimos frecuentemente con ellos", agrega.

Así han conseguido que sus lemas para socavar la investigación acaben en labios de congresistas republicanos como Jim Jordan, un férreo aliado de Trump que se unió al Comité de Inteligencia para defender al presidente en las audiencias.

Con Jordan en la Cámara Baja y sus nuevos estrategas en la Casa Blanca, pocos esperan que Trump decida cooperar o participar en las audiencias, al menos mientras no empiece el juicio en el Senado.

"¿Por qué querría nadie ir a ese sitio? El proceso es injusto", insiste Bondi, y añade un matiz muy importante para el presidente: "El índice de audiencia ha bajado, ya nadie las ve".

Con información de La Silla Rota