“No se debe satanizar al empresariado” pese a uso ilegal de outsourcing: Monreal

Por La silla rota | Lunes, Diciembre 9, 2019

Pese a las malas prácticas identificadas y por las que el Congreso de la Unión busca establecer un marco legal en torno a la subcontratación laboral, conocida bajo el anglicismo de outsourcing, “no se debe satanizar al empresariado”, apunta el presidente de la Junta de Coordinación Política de la cámara alta, RicardoMonreal, quien ha asegurado que el proyecto "no está muerto"

A través de su columna titulada “Los derechos no se subcontratan”, el legislador hace mención de que en el plano internacional, el outsourcing nació para ser un vehículo de desarrollo para los negocios, bajo la lógica de que ello permitía una mejor evaluación de los empleados -al hacerse por un tercero-, además de que la empresa podría enfocarse mejor al giro de su negocio y aumentar así su productividad.

“En la práctica, -escribe Monreal en El Universal- especialmente en nuestro país, los resultados han sido otros. El outsourcing pasó de ser una figura para ayudar al aumento de la productividad, a otra, mediante la cual algunas empresas evaden sus responsabilidades con el erario, con los sistemas de seguridad social y, sobre todo, con miles de trabajadoras y trabajadores”.

En este sentido, enumera cinco problemas enraizados de la falta de regulación de la subcontratación laboral. A saber: la empresa disminuye su carga fiscal al no dar seguridad social a los trabajadores o repartir entre ellos las utilidades correspondientes; explotación laboral; cotizar a montos disminuidos ante el IMSS pese a que el salario real es adecuado, lo que afecta directamente en la jubilación de los empleados; no se genera antigüedad en la empresa al no existir una relación legal; y, sobre todo, “se da un efecto perverso de sustitución efectiva del patrón, con la eliminación del vínculo obrero-patronal”.

Por ello, apunta el morenista, la discusión en el Senado -luego de que la iniciativa fuera congelada antes de pasar al Pleno- debe hacerse a través de un Parlamento Abierto que busque recoger las perspectivas del sector laboral, empresarial, sindicatos y empresas dedicadas al outsourcing, ya que ello “implica evitar posicionarnos en los extremos dogmáticos que por tanto tiempo han impedido que logremos un entendimiento común.

Dicha apertura podría alargar la votación de las reformas a las leyes Federal del Trabajo y del Seguro Social.

“Tenemos que encontrar un punto medio para regular correctamente esta figura y, al mismo tiempo, no afectar a esos millones de trabajadoras y trabajadores (alrededor de 8 millones en México). Además, no se debe satanizar al empresariado. Se tiene que sancionar a quienes no respeten los derechos laborales y que engañan al Estado, pero no a los negocios que necesitan utilizar esta figura para asegurar que sus empresas funcionen”, escribió. 

Con información de La Silla Rota