Miguel Ángel Vásquez quiso ser diputado, ahora tiene orden de aprehensión

Por La silla rota | Viernes, Diciembre 13, 2019

Miguel Ángel Vásquez, el operador financiero del gobierno de Miguel Ángel Mancera, se convirtió en un funcionario tan poderoso en la anterior administración, que por él se creó la Subsecretaría de Administración y Finanzas, perteneciente precisamente a la Secretaría de Finanzas.

Este 12 de diciembre Vásquez fue localizado por una orden de aprehensión que pesa contra él por probable responsabilidad en la comisión de delito cometido como servidor público.

El ex funcionario, fue señalado por Morena de meter recursos de la administración para incidir en las elecciones de 2018, y acumulaba señalamientos por su papel discrecional en el manejo de las finanzas capitalinas, buscó convertirse en diputado del Congreso de la Ciudad de México, pero ante el declive del Partido de la Revolución Democrática (PRD), no lo consiguió. Se quedó sin red política de protección.

Vásquez se convirtió en un dolor de cabeza para el equipo de transición de Claudia Sheinbaum, quien había pedido los datos sobre la nómina, y no se los entregaron. Personas allegadas a Sheinbaum consideraron que a razón es que Vásquez buscaba ocultar el número de aviadores que creció durante la administración mancerista.

Al llegar la nueva administración, poco a poco comenzaron a caer piezas del equipo de Vásquez.

Primero fue Berenice G, la ex subsecretaria de Planeación Financiera y quien sustituyó a Vásquez en el cargo, luego de que se convirtió en jefe de gabinete de José Ramón Amieva cuando éste sustituyó a Mancera, quien dejó el puesto para irse en pos de una candidatura al Senado. La ex funcionaria fue detenida en julio pasado, por presuntamente desviar 190 millones de pesos a una empresa que no era proveedora de la Secretaría de Finanzas.

Otro detenido es el subsecretario de Egresos; Hedilberto C, por presunto desvío de recursos.

A ello se suma que la propia exsecretaria de Finanzas Julieta González Méndez, quien formaba parte del primer círculo de Vásquez, es investigada por presunto desvío de recursos del fideicomiso 7579-2 para la reconstrucción, creado en junio de 2018.

Este 12 de diciembre Vásquez fue localizado por una orden de aprehensión que pesaba contra él, pero ya estaba amparado, algo que ya había adelantado La Silla Rota. El ex funcionario estaba enterado que estaban tras sus pasos.

Pero al mismo tiempo no se ocultaba del todo, e incluso estaba al pendiente de la creación de un partido local que él mismo impulsaba, Somos, de donde fue elegido como su presidente. También algunas columnas deslizaron que ha sido visto de visita en el Senado, donde trabaja su ex jefe, el ahora senador Miguel Ángel Mancera.

Vásquez, quien inició su carrera con el ex diputado Victorio Montalvo, luego trabajó en la Dirección General de Administración y Personal durante el gobierno de Andrés Manuel López Obrador al frente de la ciudad, de donde salió por diferencias, se refugió con la recomendación de Montalvo en el entonces Instituto Electoral del Distrito Federal.

Pero desde ahí rompió con Montalvo, luego de que este es acusado de amenazas y comienza a ganar poder, al coincidir con Héctor Serrano, quien era subsecretario de Gobierno.

Desde Somos tendría las puertas abiertas para cumplir su sueño de ser diputado, pero antes deberá librar la orden de aprehensión que pesa contra él.

AUTORIZÓ PLAZAS PARA CUATES

Quienes conocieron las entrañas de la anterior administración capitalina dicen que en realidad Vásquez era quien autorizaba el uso de los millonarios recursos. Por ejemplo el pago de la nómina multimillonaria, la cual llegó a aumentar en miles de plazas laborales, algunas de ellas repartidas entre familiares, amigos y conocidos de funcionarios, principalmente de Mancera y de su gabinete.

Durante su periodo se basificó con plazas más altas a choferes y secretarias. Incluso se hablaba de que durante la administración mancerista se contrató a 25 mil nuevos trabajadores.

También era el que se encargaba de consentir al Sindicato Único de Trabajadores del Gobierno de la Ciudad de México, encabezado por Juan Ayala. A cambio de recursos y de plazas, dicen fuentes a La Silla Rota, empresas ligadas al ex subsecretario eran las que le vendían al sindicato uniformes, por los que se pagaban millonarias cantidades.

Vásquez, quien inició en la administración de Mancera con un cargo en la oficialía mayor, y que en el pasado había estado vinculado al grupo que en el PRD encabezaba René Bejarano, se abrió paso en la administración capitalina y en 2016 se creó la Subsecretaría de Administración y Finanzas, para que tuviera más poder.

Comenzó a controlar a los directores de Administración de las dependencias, que le rendían cuentas y algunos incluso se comportaban como si tuvieran más poder que los propios titulares, lo que entorpecía procesos y generaba conflictos internos. Una actitud que el propio Vásquez tomaría, ya que a veces tenía más poder de decisión que su propio jefe, Edgar Amador, quien dejó la Secretaría de Finanzas en abril del año pasado, algunos dicen que precisamente porque comenzaba a ser una figura decorativa.

De trato amable, lo complicado era llegar a él, por lo que su asistente, Synthia, era quien atendía primero a los titulares de otras dependencias que llegaban a pedir recursos. Synthia se encontraba con él este 12 de diciembre y ella sí fue aprehendida, junto con otro ex funcionario de nombre Joel.

Quienes conocían al exfuncionario de tiempo atrás dicen que conforme comenzó a acumular poder empezó a comprar casas y que además quería más y más. Entre sus excentricidades estaba una pecera gigante que tenía en su oficina, ubicada en Fray Servando 77, séptimo piso. Al concluir su gestión se llevó la pecera.

Vásquez se convirtió en un poderoso funcionario al llegar en 2016 a la Subsecretaría de Administración y Capital Humano de la Secretaría de Finanzas que movía recursos de 82 mil millones de pesos tanto de la nómina de los trabajadores del gobierno capitalino, como de contratos.

Dicen que su poder era tal, que podía ser comparado al del ex secretario de Gobierno y posterior titular de la Secretaría de Movilidad, Héctor Serrano.

Cuando llegó a encabezar la subsecretaría comenzó a asignar recursos a sus aliados, Ayala era uno de ellos en el sindicato de burócratas capitalinos. Otro era el líder del sindicato de bomberos, Ismael Figuera, de quien se dice usaba a su grupo de golpeadores para intimidar a quien le ordenara Vásquez. Actualmente Figueroa se encuentra prófugo y Ayala amparado.

Los recursos que brindaba al sindicato del gobierno capitalino se reflejaban en las ostentosas fiestas de fin de año para los trabajadores, con grupos musicales, comida y regalos.

Luego de la renuncia de Mancera a la jefatura de gobierno para irse de candidato al Senado de la República se registraron movimientos en su equipo de trabajo. Julio César Serna, quien era el jefe de gabinete, se fue a coordinar la campaña de la candidata del PRD a la jefatura de gobierno, Alejandra Barrales, por lo que Vásquez se convirtió en el jefe de Gabinete del sustituto de Mancera, José Ramón Amieva.

Previo a las elecciones de julio del año pasado, el líder del Sindicato de trabajadores del gobierno de la Ciudad de México, fue acusado por trabajadores de ofrecerles la basificación, pero para lo cual lo condicionaba a acudir a eventos de Barrales.

De acuerdo con burócratas entrevistados entonces por La Silla Rota, detrás de esa estrategia estaba Vásquez, a quien además acusaban de no haber mejorado su situación porque los identificaba con grupos disidentes o de Morena, y para ello los mandaba a secciones que no les correspondían y con menos prestaciones.

El ex subsecretario dejó el cargo de jefe de gabinete en octubre del año pasado, sin mediar alguna explicación.

Con la derrota electoral en la que Morena arrasó al PRD, Vásquez se quedó con las ganas de llegar al primer Congreso de la Ciudad de México, pero su esposa Paula Andrea Castillo Mendieta sí alcanzó lugar como legisladora perredista.

Con información de La Silla Rota