De ''pretendiente'' a secuestrador de una joven

Por La silla rota | Viernes, Enero 3, 2020

A finales de 2017, Lucía fue contratada en un restaurante de alitas, donde conoció a quien la acosaría por años. Y no todo quedaría en eso.

Al principio, él la pretendió, intentó convencerla de que fuera su novia, pero Lucía no aceptó. Sin embargo, creyó que podrían ser amigos y cuando ella renunció ambos siguieron en contacto.

Conforme las llamadas telefónicas y mensajes se hicieron más frecuentes, Lucía tomó la decisión de no contestarle más, pero de una insistencia "caballerosa" pasó al acoso y las amenazas. "¿Te sientes muy chingona o por qué no contestas?" Solía decirle el hombre identificado como José, quien también dejó de laborar en el restaurante y se convirtió en chofer de taxi por aplicación.

Cómo obtuvo la dirección de Lucía, de 27 años de edad, aún no se sabe, pero lo hizo. La muchacha caminaba, a las 14:20 horas del 16 de octubre pasado, por Eje 2 Manuel González, en la alcaldía Cuauhtémoc, cuando fue interceptada por José.

A plena luz del día, frente a decenas de transeúntes, Lucía fue obligada a subir al coche, al parecer un compacto negro, consta en la denuncia FCH/CUH-2/UI-1S/D/12772/10-2012.

"Yo iba caminando para mi casa y sale de la nada este tipo, iba en un coche negro y primero me saluda ´hola, hermosa´, pero a mí me dio miedo y quise echarme a correr a mi casa porque ya estaba muy cerca pero el tipo se baja y me agarra del brazo, ´súbete o te mato´, me dijo", relató Lucía.

En el automóvil no hubo mayores explicaciones, hasta que detuvo su marcha y José le ordenó bajar e ingresa a una casa semivacía de la colonia Moctezuma, en la Venustiano Carranza.

Las horas siguientes fueron angustiantes. "Si no quieres conmigo te voy a sacar una lana", presuntamente le advirtió José a quien al principio quería convencer de empezar una relación y ahora la forzaba a permanecer quieta y callada en una silla, además de apagar su teléfono celular.

Acorde con Lucía, estaban en un segundo nivel, al tiempo que él hacía llamadas telefónicas a sus familiares para que le dieran dinero a cambio de liberarla. Así transcurrieron las horas, hasta que cayó la noche y Lucía no paraba de llorar.

En sus declaración ministerial, la víctima aseguró que las supuestas negociaciones finalizaron y que él mismo la regresó a su casa en la unidad habitacional Tlatelolco, donde algunos de sus familiares ya la estaban esperando, aterrorizados.

José presuntamente la amenazó durante el trayecto en el coche: "vas a decir que te dejaron ir y que me llamaste a mí". Así lo hizo Lucía, pero después le contó la verdad a sus más cercanos, los cuales la animaron a denunciar ante la Procuraduría capitalina.

Durante las investigaciones, se pudo comprobar que el sospechoso acosaba a Lucía desde hace años; la vigilaba cerca de su nuevo trabajo, lo cual fue respaldado por compañeros, también había mensajes hostigantes y con amagos. Uno de ellos decía: "te voy a decir nombres de tus parientes, ya ves como sí es real, si los puedo desaparecer a ellos a ti también".

No obstante, la Procuraduría ha ido abandonando el caso al no tener indicios suficientes de que el rapto que sufrió la joven haya pasado como ella dijo. La casa donde estuvo no ha sido ubicada y José ha estado eludiendo a los detectives desde entonces.

Tienen sus datos pero el domicilio que tenía registrado en la aplicación no existe, lo mismo que algunos otros que dio para hacer trámites como la licencia de conducir.

Pese a todo, las autoridades siguen integrando la carpeta como secuestro, en la Fiscalía especializada, al tiempo que la joven optó por cambiar de apartamento y, nuevamente, de trabajo.

Estadísticas del Gobierno federal señalan que durante el primer semestre de 2018 se denunciaron mil 154 522 casos de acoso en el país, cifra que aumentó a mil 780 durante el mismo lapso en 2019.

Con información de La Silla Rota