La incertidumbre de un futuro fuera de cuarentena

Por La silla rota | Miércoles, Abril 1, 2020

La cuarentena en México ha provocado el cierre de empresas, instituciones y diversos negocios, dejando a miles de personas en la obligación de aislarse y así evitar que los casos de contagio continúen. Sin embargo, no todos se resguardan en sus hogares del riesgo que el nuevo coronavirus representa en estos días.

Algunas personas se enfrentan también ahora al riesgo de no recibir remuneración alguna, ya sea porque los sitios donde trabajan cerraron sin ofrecer un salario para este periodo, porque su sueldo o negocio propio depende de la afluencia de clientes o porque fueron despedidos sin ninguna opción.

En los espacios privados se escuchan estas historias, le pasó al vecino que diario, a las 6 de la mañana sale a vender tamales y atole, a la prima que es fisioterapeuta y que todos sus pacientes le cancelaron, al amigo que tenía un bar y ante la imposibilidad de pagar la renta del local ubicado en la Condesa, tuvo que cerrar definitivamente; a otra amigo que da clases de yoga y le pagan según las clases de la semana y el número de alumnos, o al novio, que estaba por iniciar un proyecto editorial que decidió parar sin tener una opción de trabajo a distancia por lo nuevo del proyecto.

Hay quienes expresan el tedio de no tener que hacer nada durante estos días, pero también los que viven la preocupación ante no saber qué harán para pasar más de treinta días sin recibir un ingreso.

Luis Angel, por ejemplo, es músico, freelance y productor de eventos. Hasta antes de las medidas sanitarias, tenía un bar donde se encargaba en ocasiones de apoyar en la barra y la cocina. Tanto en el bar como en su productora, RedRabbit producciones, todo parecía ir muy bien y que el año prometía a mejorar todavía más, sin embargo con la llegada del covid-19, todo cambió de rumbo, menciona Luis.

Tuvimos que cerrar el bar y cancelar tres fechas (de eventos) que ya estaban apartadas para marzo, abril y mayo. Obviamente me deprimí, me quedé sin ingresos y con una deuda algo simbólica

El tema de cerrar el bar se había discutido desde febrero; marzo inició con ventas anormalmente bajas respecto al inicio del año que apuntaba prometedor. Un día, en junta con su socio, éste les comentó que la Bolsa Mexicana de Valores se estaba desplomando y que estaba perdiendo mucho dinero, que ya no podía invertir y les ofreció el traspaso de su parte.

Es demasiado dinero, solo el traspaso, más la renta del local, que por la zona es bastante alta. No pudimos, no hubo nada qué hacer

Desde el encierro puede percibir cómo empeora la situación y las consecuencias que se podrán observar en una recesión económica terrible, apunta.

Por otro lado, espera que todo termine en mayo y que después de este aislamiento social, la gente ávida de distracción y con cierto ahorro, quiera salir a eventos y poder continuar con los dos eventos planeados para junio y julio. Mientras, busca actividades para distraerse, con los quehaceres de la casa o hablando con personas de manera virtual, por ejemplo

Lo mejor es que todo mundo quiere hablar, entonces es más fácil que te contesten

En el caso de Erik Fonseca, librero, asesor editorial y periodista freelance, actualmente trabaja en una editorial independiente, es decir, una editorial pequeña que no forma parte de los grandes grupos editoriales y que además, obtiene sus ganancias directamente de las ventas en librerías que se manejan bajo el mismo esquema independiente y las ferias de libro, también tiene un proyecto editorial y estaba a punto de entrar a trabajar a una librería que decidió cerrar antes de siquiera celebrar su inauguración.

Como resultado de la cuarentena, las librerías dejaron de solicitar libros, otras cerraron y por lo tanto el quehacer en la editorial paró, su trabajo se detuvo también. En cuanto al proyecto editorial, se quedó varado en España, pues su socio viajó a ese país por motivos profesionales y quedó atrapado en el periodo de cuarentena.

No había otra opción que entrar en cuarentena y con ello sus ingresos. En su caso, su salario le permite subsistir, pero también darle una cantidad acordada a su hija.

Afecta en gastos básicos, como comida, gastos de la casa y directamente a mi hija. Lo que le doy normalmente no ha podido ser

Paola Raymundo ha compartido en redes sociales, en diferentes grupos, la preocupación ante el despido de su padre. Él es contador público y trabajaba en una empresa que vendía productos para restaurantes y otros negocios, la cual había experimentado problemas de ventas y había hecho recorte de personal desde hace unos meses atrás.

Cuando inició la cuarentena dieron la indicación de que todos los trabajadores harían home office. Juan Carlos trabajaba con empeño y dedicación, especialmente por la responsabilidad de su puesto, sin embargo, un día, tras una jornada laboral normal en etapa de contingencia, le dieron la noticia de su despido.

Él fue a pesar de la contingencia, lo pusieron a trabajar como un día normal y ya en la tarde le dijeron que tenían que despedirlo porque ya no había ventas

Ayer, 30 de marzo de 2020, el Gobierno Federal anunció que la cuarentena se extendería hasta el 30 de abril. Las preguntas son ¿cómo se subsiste durante un mes de cuarentena sin ingreso alguno? ¿cómo se hace después de que acabe y la economía de todos esté tan dañada que recobrarse será, aunque no imposible, difícil?.

Con información de La Silla Rota