Covid enmudece al negocio de subtitulaje de películas

Por La silla rota | Sábado, Agosto 15, 2020

"Say the Same Subtitles" enmudeció. La pandemia por coronavirus le propinó un golpe bajo, tan bajo, que podría -como en el box- estar a nada del nocaut. Sin películas, sin cines, sin festivales, sin trabajo. ¿Cómo podría un traductor sobrevivir en estos ya casi cinco meses de emergencia sanitaria? Azucena Benavides, propietaria de esta pequeña empresa de subtitulaje, lo resume en una frase: "no pagué mi hipoteca cuatro meses, el banco me dio esa opción y me funcionó para no dejar a la gente de nómina sin sueldo".

Esa pequeña nómina de cuatro personas sobrevive al día, mientras que el grupo más amplio de traductores -contratado por honorarios- llevó la peor parte; no ha sido posible llamarles a trabajar porque no hay trabajo en este sector. Y aunque la reapertura de cines inició ya en la cadena Cinépolis y Cineteca Nacional, Cinemex no ha reabierto todavía; así que en las próximas semanas o meses exhibirán cintas ya subtituladas que quedaron guardadas desde abril.

"El día que la OMS declaró la pandemia en marzo, nosotros teníamos un viaje al día siguiente. La ruta era Costa Rica, Guadalajara y Panamá, todos festivales de cine. Panamá y Costa Rica cancelaron de inmediato, dos días después canceló Guadalajara y se nos vino el mundo encima porque en total trabajaríamos en 80 películas, era un trabajo bastante grande", recuerda.

"Muchas de estas películas ya no se van a ver, fue mucho trabajo desperdiciado porque esos subtítulos ya no van a llegar a ningún lado. Nos costó mucho trabajo cobrar a los clientes; Costa Rica y Guadalajara sí nos pagaron, Panamá no ha terminado de hacerlo y ha sido una cosa complicada, pero confío en que lo hagan. El único festival que si alcanzamos a concluir fue el Festival Internacional de Cine de la UNAM, pudimos cobrarlo y con eso hemos sobrevivido estos meses ya que desde abril no hemos tenido ninguna entrada de dinero", lamenta. "Los proyectistas de cine también se las han visto duras, no están ganando nada".

Los más innecesarios en una pandemia

Azucena es realista. Lo sabe y acepta que su profesión vinculada al cine, lleva y llevará las de perder de repetirse otra emergencia sanitaria. "La industria cultural no la tiene fácil en este momento", advierte. "En una pandemia no servimos de nada a la sociedad y cuando pasa una tragedia como éstas somos los últimos a los que nos toca salir a flote porque la medicina, salud y comercio son más importantes, naturalmente". 

Dependemos mucho del dinero de los festivales; calculo que entre el 80 y 90 por ciento de sus recursos llegan del gobierno porque aplican para fondos de cine. De septiembre a noviembre vendrán nuevos festivales, pero serán con una programación muy reducida así que no habrá mucho trabajo ni mucho dinero para pagar. Algunos vienen con la idea de hacer cosas virtuales y quizás habrá un par de cosas presenciales, todo depende del semáforo de salud estatal y federal. Para ellos en estos momentos es muy complicado organizar y nos estamos haciendo ya a la idea

Las sumas y restas no fallan. Por lógica habrá menos festivales y por ende menos películas a exhibir presencialmente, solo unas cuantas requerirán subtitulaje. Por ejemplo, Azucena refiere que antes de la pandemia un festival traía cien películas de las cuales 30 requerían subtitulaje; en la condición actual un festival podría tal vez traer 60 películas y solo requerir subtitulaje para cinco o diez, como un intento de cerrar gastos.

"Por subtitular una película de cien minutos, se paga unos seis mil pesos", precisa esta traductora. Así que los cálculos no son optimistas. "De julio a noviembre había cinco festivales que implicaban un promedio 250 películas; no me hago ilusiones, estimamos que tal vez tendremos un promedio de 50 para trabajar y de ser así esperaríamos que no tarden demasiado en pagar. Del cien por ciento de ingresos que teníamos normalmente, estamos recibiendo solo el 20, de ahí sale la nómina, pero falta ver cómo recuperar los ingresos de quienes no nos han pagado".

CHONGUITOS DE LA SUERTE

Durante estos meses de espera, el equipo de nómina ocupó el tiempo en tomar algunas clases, actualizar archivos, terminar pendientes de oficina desde casa. En los últimos días les han requerido cotizaciones para interpretación de videoconferencias por zoom, algo que anteriormente no habrían imaginado.

En tanto, adelanta Azucena, solo tienen una certeza frente a la reactivación gradual de los festivales de cine. "Nadie puede arriesgar mucho: no puedes arriesgar a la prensa que asista, ni al público que tú quisieras que acuda a todas las salas; tampoco puedes arriesgar a toda la gente que trabaja contigo. Un festival de cine implica un desplazamiento importante de gente hacia una ciudad que, claro, se podría ver beneficiada con el turismo que llegará; pero es un arma de dos filos ¿Cómo llevas turismo a una ciudad, si esa ciudad no está preparada para reabrir? Es muy complejo. Por eso solo nos queda esperar".

Con información de La Silla Rota