Desconfianza entre AMLO e IP, la constante en dos años de sexenio

Por La silla rota | Martes, Diciembre 1, 2020

Mientras el presidente Andrés Manuel López Obrador defiende a capa y espada su modelo económico, basado en sus propios números, expertos en economía consultados por La Silla Rota sugieren un "golpe de timón" por considerar que sus programas sociales amortiguan, más no reactivan la raquítica economía que dejó la pandemia del coronavirus.

Cuatro días antes de que su gobierno cumpla dos años, el presidente López Obrador informó que el Producto Interno Bruto, que sufrió una caída de -17% en el segundo trimestre del año como consecuencia de la emergencia sanitaria, creció +12.1% en el tercer trimestre. Sonriente, celebró "me da la oportunidad de presumir lo que dijimos... No se puede decir que el país esté mal".

Una semana antes compartió con los líderes del G20 su "receta económica". "Nos fue útil abandonar las recetas económicas aplicadas durante el período neoliberal empezando por desechar la estrategia de endeudar al pueblo para rescatar a los de arriba", dijo a los principales mandatarios del mundo. Resumió que todo fue resultado de los programas y apoyos sociales que otorga "pobres y clases medias", precisó.

Luis Miguel González director editorial de El Economista, comienza por definir estos dos años con una palabra: intensos. "Muy complicados, el mejor logro de López Obrador tiene que ver con estabilidad pero su gran asignatura pendiente está en el crecimiento, pues hasta ahora no hemos conocido el crecimiento económico de la 4T", sintetiza.

 

 

"No se han cumplido las expectativas al menos en términos económicos, en 2019 la economía retrocedió 0.3% y en 2020 el retroceso será alrededor de 8.5%", advierte José Luis de la Cruz, director del Instituto para el Desarrollo Industrial y el Crecimiento Económico (IDIC).

 

Su opinión se basa en dos datos: las cifras del IMSS en términos de desempleo (1.2 millones) y las del Coneval en materia de pobreza laboral (35.7% en tercer trimestre 2019 a 44.5 en este momento). "Hay retrocesos tanto en la inversión privada nacional, extranjera y directa. Y el gasto público no están alcanzando a compensar lo que el sector privado ha dejado de hacer... El T-MEC (antes TLC) no ha sido un motor de crecimiento, no dado los resultados esperados pues su arranque se vio contaminado por la pandemia y la debilidad económica de América del Norte".

 

(Cena con empresarios en Palacio Nacional, convocada para invitarlos a comprar 4 millones de cachitos de la rifa del avión presidencial. Febrero, 2020- Cuartoscuro)

 

Contextualizando, Raymundo Tenorio -profesor emérito del Tecnológico de Monterrey- apunta "en el último año del expresidente Peña Nieto la economía mexicana venía creciendo, de manera mediocre, pero lo estaba haciendo. Pero estos han sido dos años de recesión económica, una recesión autoinflingida por decisiones de política pública hasta el primer trimestre del 2020, porque a partir del segundo trimestre fue resultado de la pandemia".

 

ECONOMÍA, EN CUARENTENA POR LA COVID

José Luis De la Cruz compara: la expectativa de crecimiento económico antes de la pandemia era de 2.5%. Pero anterior al covid fue de 0.3%.

- ¿Qué no vio el presidente?

- La desaceleración del sector industrial que ya se veía venir desde 2018; y parece haber sido subestimado en materia de construcción, no hubo un programa contingente. Y esa desaceleración se vio exacerbada a una profunda recesión por el covid.

En diversas ocasiones López Obrador ha señalado que durante su administración la moneda no se ha depreciado y que los ingresos de la hacienda pública se redujeron sólo el 2%. ¿Es así? Se le pregunta a Tenorio.

- Cuando el presidente afirmó que no se ha depreciado ni devaluado la moneda es otra mentira ¡Yo no sé qué datos tiene! Pero sin duda hemos tenido una depreciación al tipo de cambio. El gobierno sólo ha controlado los precios de la gasolina porque no ha hecho nada por contener los precios de la economía.

La piedra de tropiezo del presidente podría estar en una palabra: inversión. "No ha logrado hacer clic con el sector empresarial" relata Luis Miguel González; "es una relación muy tensa que comenzó desde la cancelación del aeropuerto de Texcoco y en términos generales no se ha podido recomponer; está marcado por la desconfianza mutua". La salida, sugiere Luis Miguel González, sería que ambas partes puedan reconocer que se necesitan una a la otra.

 

"El gran protagonista de la inversión es el sector privado", subraya, "ellos necesitan del gobierno reglas claras, estabilidad, estado de derecho; y el sector público requiere de la inversión privada fundamentalmente para generar empleos y crecimiento económico".

 

"¡Pero si ha hecho todo por inhibirla!", argumenta Tenorio. "Desde la cancelación del aeropuerto en Texcoco hasta la cancelación de obras privadas como Constelación Brand, los cambios en política energética para inversión y producción de energías limpias, o el constante ataque desde el púlpito presidencial a los inversionistas privados. La negativa de otorgar incentivos, más no rescates, a la inversión privada producto de la emergencia sanitaria y confinamiento. Éste es un gobierno muy conservador en lo fiscal que lo que menos pretende, es resolver el problema de las finanzas públicas del país. Y lo hizo tomando los ahorros de gobiernos anteriores. Entiéndase por favor: es un gobierno tremendamente conservador en lo fiscal", remata.

El sector empresarial no es mudo y en diversos momentos ha manifestado su inconformidad contra la política económica del presidente. Acusan a López Obrador de su cerrazón en cuanto a inversiones y la exclusión del sector en proyectos energéticos. Mientras que el presidente les acusa de formar parte de "la mafia en el poder". Se refiere a ellos como "fifís" y desde su campaña presidencial les advirtió que no perdonaría el pago de impuestos; la tarea, encomendada a la "fiscal de hierro" Raquel Buenrostro, logró la misión empezando con empresas como Walmart y Chedraui. Y pese a que ambas partes se han reunido en estos dos años, los resultados no sido halagadores.

 

 

El malestar más reciente del sector llegó con la iniciativa presidencial que se discute en estos momentos en la cámara de Diputados para eliminar la figura de la subcontratación y outsourcing que impacta en la modificación en el código fiscalley del ISR e IVA. Previamente, durante el análisis del paquete presupuestal (ley de ingresos y egresos) el sector también se disgustó por la implementación de impuestos en el sector minero y pago de derechos en telecomunicaciones con la red 4.5 y 5G. https://lasillarota.com/nacion/ip-critica-cuentas-alegres-de-shcp-al-configurar-presupuesto-2021/443617 

 

 

Por eso durante el último parlamento abierto los empresarios advirtieron a los legisladores que, de continuar con la comparación del outsourcing como delincuencia organizada para implementar una nueva normatividad en enero, se podrían perder 4.5 millones de empleos. Un escenario riesgoso frente a la actual "recuperación" económica que prevalece en México. https://lasillarota.com/nacion/iniciativa-sobre-outsourcing-un-terrorismo-fiscal-empresarios458275 

Luis Miguel González advierte: ambas partes deberían tener un diálogo más constructivo. "El presidente en algunas cosas tiene que ceder y en otras mantenerse, pero debe tener diálogo y negociación. En algunas cosas conseguirá lo que trae en la cabeza; pero en otras tendrá que escuchar otros puntos de vista".

O tal vez no prometer lo que no llegará, opina José Luis de la Cruz. "En la reunión anual de industriales 2019 en León, como en la de 2020, el presidente se pronunció a favor de una política industrial. Una política que sigue sin existir", recuerda.

Julio Millánpresidente de Consultores Internacionales, subrayó en un artículo en El Universal que la estrategia para la recuperación del empleo no será sin "la voluntad de todos los actores económicos a los tres órdenes de gobierno". 

 

EL OPTIMISMO PRESIDENCIAL

Está de manifiesto en los mensajes y discursos difundidos por AMLO en su plataforma YouTube. "¡Vamos bien, muy bien!" suele afirmar acompañado de frases positivas; dice que hay que contagiar optimismo y no desánimo en sus gobernados. Por ejemplo, el mandatario confía demasiado en el "milagro de las remesas" por parte de migrantes de México en Estados Unidos. "350 dólares mensuales recibe cada familia", informó al G20. "La economía empieza a crecer y del millón de empleos formales perdidos y ya se han recuperado 500 mil". Además, apuesta plenamente en que la reactivación económica nacional dependerá fundamentalmente de sus tres obras estratégicas: el aeropuerto Felipe Ángeles en el Estado de México, la refinería Dos Bocas en Paraíso, Tabasco; y el Tren Maya en el sur del país.

Paradójicamente, los deseos del secretario de Hacienda Arturo Herrera son otros. Y cruza los dedos para poder ganar en lo inmediato su apuesta: "la economía de México depende de una vacuna", afirmó a los legisladores federales.

 

 

Desde la perspectiva de estos economistas ¿el presidente podría tener algunos puntos a su favor? "Una inflación estable por el manejo de las finanzas públicas, y algunos rubros de gasto social que atenuó, aunque no resolvió, el problema de pobreza en México", responde José Luis de la Cruz.

Tenorio agrega el hecho de haber cambiado las Afores del régimen de sociedades, a fondos de inversión; y cuidar el déficit primario en materia de finanzas públicas. "Nada más. Sus declaraciones son propias de un ignorante que se defiende con los sarcasmos, es ocurrente igual que muchos de sus funcionarios que sueñan con rescatar a Petróleos Mexicanos" dice con franqueza.

"Es exagerado decir que ha ido el presidente de error en error", considera Luis Miguel González. "Su compromiso con la disciplina en las finanzas públicas ha sido un acierto, también el trabajo del SAT. Seguimos teniendo baja inflación, tipo de cambio relativamente estable y también hay algo de mérito en el Banco de México; las finanzas públicas son relativamente ordenadas. Por eso sostengo que el problema es con la inversión privada donde no ha encontrado aliados; y uno tiene la duda de si el presidente no lo entiende; o sí lo entiende y de todos modos no lo quiere hacer", se pregunta.

"Tengo la impresión de que el presidente parte de una hipótesis que no es del todo errada y es que el país necesitaba cambios importantes en lo económico y no sólo continuidad y cambios cosméticos. Lo que sí es que la implementación de esas ideas ha sido fallida, los proyectos que trazó en la zona sur del país probablemente no son proyectos sostenibles.

"A un político, como a una persona, no se le puede juzgar por las intenciones sino por los resultados; y en este caso 2 años es tiempo suficiente para ver que hay cosas que no están funcionando. No vamos necesariamente por una ruta donde los problemas que se quiere corregir, se vayan a corregir pues hay riesgo de que se agraven. Yo sintetizaría estos dos años económicos de la 4T por la frase favorita de AMLO: yo tengo otros datos".

La economía avanzará de manera moderada, adelanta Enrique Quintana, columnista del diario El Financiero. "Implica que terminaremos el próximo año probablemente por abajo de los niveles que teníamos en 2019 y habrá que esperar hasta 2022 o 2023 para regresar a los niveles de 2018". 

 

 

 

 

Con información de La Silla Rota